No cabe duda de que los calamares son criaturas marinas muy extrañas, de una forma que no parece ser parte del planeta Tierra, y por si esto fuera poco, presentan marcadas diferencias en relación a su tipo de especie, por lo que existen algunas aún más raras y exóticas que otras. Esto les otorga ese “toque” especial que los convierte en seres totalmente únicos y fascinantes.
Comencemos por el variado tamaño de sus representantes. Los más grandes forman parte del género Architeuthis y Mesonychoteuthis, cuyos famosos integrantes son los calamares gigantes y el gran calamar colosal (Mesonychoteuthis hamiltoni); sin embargo, la mayoría de los calamares en general son medianos y pequeños. El rango abarca desde un mínimo aproximado de 5 cm hasta 14 metros de longitud.
Su piel está llena de sorpresas. Aparentemente lucen una simple cobertura blanda, blancuzca o semitransparente, pero si observamos detenidamente, muchos de ellos exhiben preciosos colores de mucha intensidad. Esto se debe a unas células ubicadas en la capa inferior de su piel llamadas cromatóforos que reflejan la luz polarizada y modifican el color. Un ejemplo puede observarse en el calamar cola de botella (Sepiadarium austrinum), quien luce iridióforos espectaculares.
El rango de medidas de los calamares abarca desde un mínimo aproximado de 5 cm hasta 14 metros de longitud.
Los iridióforos son una subclase de cromatóforos maduros que se caraterizan por ser reflectantes e iridiscentes, pero también existen los eritróforos, cianóforos, leucóforos, melanóforos y xantóforos, los cuales también contienen pigmentos de colores específicos como el azul, blanco, amarillo y rojo que se distinguen mediante los reflejos de luz.
Anatomía externa
Externamente los calamares cuentan con un par de aletas que varían en su forma, un largo manto cubierto de cromatóforos al igual que los brazos, así como sifón, grandes y redondos ojos, pico, ocho brazos y dos tentáculos más largos acompañados de ventosas.
Pueden tener una coloración roja, gris, blanquecina y algunas partes en tonos marrones en la piel, pero los mencionados cromatóforos son los que suelen dar los tonos coloridos que varían de acuerdo a la especie.
Anatomía interna
Dentro de extenso manto se encuentra el gladio o concha interna (también llamada pluma), gónada (glándula genital), estómago, ciego digestivo, ganglio cerebral, tres corazones ligeramente verdosos, intestino, cerebro, hígado, saco de tinta (en algunos de ellos), ano, rádula y cavidad del manto.
Sentidos
Tienen visión binocular y de acuerdo con estudios de comportamiento, se dice que son capaces de detectar el color. Se ha encontrado calamares con una evidente diferencia en el tamaño de cada ojo, lo cual se cree que cumplen diferentes funciones en relación a su posicionamiento y recepción de luz.
Su visión es binocular y se dice que son capaces de detectar el color.
Hace aproximadamente un siglo, los científicos descubrieron detrás de los ojos de los calamares un órgano sensorial que posiblemente esté asociado con su sentido del olfato, lo que tal vez le permita conocer la calidad del agua detectando sus componentes químicos.
Logran detectar objetos en su medio ambiente con sus receptores táctiles localizados en sus ventosas, pero no pueden determinar diferencias entre elementos livianos y pesados.
Propulsión a chorro
La concha de los calamares, que se conoce coloquialmente como pluma, es interna y tiene una composición ligera y flexible. Esta concha interna actúa como endoesqueleto, ya que ayuda a mantener la rigidez en el cuerpo del calamar, aparte de que proporciona una base firme para las contracciones que realizan los músculos de su sistema de propulsión a chorro.
La propulsión a chorro es una forma especializada de locomoción acuática que tienen varios cefalópodos, pero en los calamares se lleva a cabo de una manera particular. En los téutidos, los músculos del manto se relajan, permitiendo que el agua penetre en la cavidad del manto, la cual se expande para que entre todo el líquido, impidiendo al mismo tiempo que esa agua se escape por donde ingresó gracias a la contracción de los músculos. Después de ello, está listo para expulsar un chorro de agua a través de su sifón, una pequeña válvula en forma de embudo, logrando que el individuo pueda impulsarse hacia adelante. ¿Se lee complicado? Pues esto se realiza en cuestión de segundos.
La tinta y su uso
Existen calamares que poseen un saco lleno de tinta que expulsan a través de su sifón cuando se sienten amenazados. Esta sustancia es de color negro azulado debido a su alta cantidad de melanina y combinaciones de compuestos químicos como la tirosinasa y dopamina, así como pequeñas cantidades de taurina, lisina, entre otras. Según los científicos, también contiene neurotransmisores que al ser liberados en el agua sirve para alertar a otros compañeros sobre la presencia de depredadores, sin embargo, algunos tienen duda en cuanto a esta afirmación.
Existe una confusión científica sobre si este pigmento está ausente en las especies de calamar que habitan las profundidades del océano, pues el color negro de la tinta pasaría desapercibido en la oscuridad de su entorno, lo que sería un mecanismo de defensa inútil. Contrario a eso, se dice que tales téutidos secretan una nube de moco y bacterias luminiscentes que desorienta a los oponentes, dando oportunidad para que la víctima escape.
Los calamares de las profundidades secretan una nube de moco y bacterias luminiscentes que desorienta a los oponentes.
Pero otros científicos aseguran que sí existen calamares abisales que liberan este fluido, no para reducir la visibilidad del enemigo sino para confundir a sus órganos de detección química.
Los investigadores han observado extraños comportamientos de algunos calamares en relación al uso de su tinta. Por ejemplo, el calamar Teuthowenia megalops libera su tinta tal como otros lo realizan normalmente, pero si el ataque persiste, infla su cuerpo e introduce sus partes corporales en el manto aparentando un mayor volumen corporal. La forma esférica puede verse negra y opaca si la tinta no fue liberada y permanece dentro de la cavidad del manto. Por su parte, el calamar Sepioteuthis sepioidea es conocido por imitar su propia tinta para poder escapar.