El calentamiento global es un término muy conocido por la gran mayoría de las personas. Este se refiere al aumento de la temperatura media global que llega a afectar la vida terrestre y oceánica.
Satisfacer las necesidades humanas y resolver los problemas de la modernidad, nos han llevado a producir inventos que a largo plazo resultan dañinos para el medio ambiente, lo cual no afecta solamente a las plantas y animales en general, sino al mismo inventor, al ser humano.
El aumento de la temperatura terrestre se produce mediante la emisión de gases que retienen el calor, haciendo un efecto invernadero en el que el dióxido de carbono es el principal protagonista. El efecto invernadero no es algo anormal, pues de no existir, la Tierra sería mucho más fría y posiblemente no sería apta para la vida, pero son los niveles altamente concentrados los que amenazan la integridad de las especies.
Una inestabilidad en la temperatura puede enfriar algunas zonas que antes eran más cálidas, o al revés, calentar ciertas partes que años atrás se caracterizaban por su gelidez; esto aplica tanto en la tierra como en el agua, y es aquí donde las poblaciones de calamares pueden verse afectadas.
Recordemos que la temperatura del agua es importante para la reproducción de los calamares.
Recordemos que la temperatura del agua es importante para la reproducción de los calamares, pues de ello depende el desarrollo de sus huevos, los cuales necesitan permanecer entre 10 y 16 ºC para un resultado exitoso. En ciertas especies, las temperaturas más altas aceleran el proceso de eclosión.
Los niveles altos de CO2 en la atmósfera son absorbidos en gran parte por los océanos, lo que ha repercutido en especies como el calamar de Humboldt (Dosidicus gigas). Investigadores de la Universidad de Lisboa y de la Academia Nacional de Ciencias, encontraron que el metabolismo del también llamado “diablo rojo” ya es mucho más lento que de costumbre, lo que lo ha convertido en un nadador menos veloz y más vulnerable a la depredación. Con los datos recabados se cree que su metabolismo se reducirá aún más con la acidificación del océano, que se deriva de la acumulación de dióxido de carbono en el agua.
Se señala también la posible migración de dicha especie al no demostrar la capacidad para cazar debido a su lentitud y a la difícil tarea de extraer el oxígeno disuelto en las aguas ácidas, lo que podría alterar gravemente la red alimentaria marina, pues animales como el cachalote y otros más, incluyen al Humboldt en su dieta.
Si persiste el aumento de la temperatura de los océanos, parte de sus depredadores podrían desaparecer.
Las consecuencias del cambio climático varían de acuerdo al tipo de calamar y a su ubicación geográfica. Otra cara de la problemática es la abundancia de calamares. Muchos de ellos, sino es que la mayoría, prosperan en aguas de más grados centígrados.
Si persiste el aumento de la temperatura de los océanos, parte de sus depredadores podrían desaparecer al no lograr una adaptación al nuevo ambiente, lo que resultaría en una acelerada proliferación de téutidos y otros cefalópodos.
Más no es sinónimo de mejor. Cabe señalar que un desequilibrio ecológico conlleva a repercusiones en cadena, donde no todos los involucrados tienen la posibilidad de sobrevivir.